
Recientemente un amigo me comentó que por qué no montaba una EAFI. Con tantos años de experiencia a nivel institucional y un sólido track record, no me debería de ser difícil atraer clientes a los que proporcionar asesoramiento financiero y ayudarles de verdad a invertir de una forma disciplinada y con sentido común. No tardó mucho en entender que el problema no era yo, si no ellos.